Chelsea Girl
Creamos marcas de moda diseñadas para transformar mercados.
Rentable. Optimización de tiendas.
Una identidad de marca de moda innovadora y un diseño de interiorismo de tienda del pasado. El predecesor de River Island.


Creación de identidad de marca y señalización externa.
Creación de una identidad de marca minorista y un interior de tienda de moda para
Chelsea Girl.Desde la década de 1960, cuando nació la cultura adolescente, Chelsea Girl ofreció ropa de moda a precios asequibles
a una generación de jóvenes.

No diseñan ropa, diseñan sueños
En la década de 1960, con el surgimiento de la cultura adolescente, Chelsea Girl se convirtió en un destino popular para ropa asequible y a la moda para una generación joven. La familia Lewis, propietaria de la tienda de moda, priorizó la inversión en inventario, diseño y adquisiciones para impulsar un crecimiento rentable. Su segundo enfoque clave fue construir una imagen de marca sólida, un diseño de tiendas atractivo y una estrategia activa de apertura de nuevas sucursales.
Para la década de 1980, Chelsea Girl, como una empresa independiente, competía contra grandes marcas públicas como Next, Top Shop/Top Man y Miss Selfridge, atendiendo al grupo de edad de 18 a 35 años. Hoy, reestructurada bajo el nombre de River Island, la compañía ha crecido hasta contar con más de 300 tiendas en el Reino Unido y se ha convertido en uno de los minoristas de moda privados más grandes y exitosos del país. River Island continúa compitiendo con gigantes del "fast fashion" como H&M y Zara.
A mediados de la década de 1980, la dirección de Chelsea Girl encargó a nuestro equipo de diseño la creación de una nueva identidad de marca, un conjunto integral de comunicación, entornos de tienda y un sistema de merchandising.
Chelsea Girl fue una pionera temprana del "fast fashion", un modelo de negocio minorista diseñado para llevar rápidamente las tendencias de las pasarelas desde el concepto hasta los estantes de las tiendas. Esta rotación frecuente de inventario anima a los clientes a regresar regularmente para descubrir nuevos productos. Por ejemplo, el comprador típico de Zara visita la tienda 17 veces al año, en comparación con el promedio de solo cuatro visitas en otras tiendas del mercado. La disponibilidad limitada de existencias agrega un elemento de exclusividad, creando una sensación de urgencia entre los clientes que sienten: "Si no lo compro ahora, perderé mi oportunidad".



